Hace muchos, muchísimos años, existió una isla sagrada, poderosa y mágica en la antigua Bretaña....

Se trata de la Isla de Avalon, donde las sacerdotisas de la Diosa honraron a la Madre Naturaleza, estudiando y celebrando las leyes del Espíritu en todos y cada uno de los acontecimientos de la vida cotidiana de aquellos tiempos... muchos siglos, hasta que llegaron las huestes romanas a esos territorios bendecidos y cuidados por la Diosa, cuyo culto las sacerdotisas se encargaban de custodiar, para beneficio de toda la comunidad, y hasta que las iglesias cristianas fueron reemplazando los Antiguos Ritos Druidas y los Caminos de Iniciación al servicio de la Gran Madre Cósmica, cuya representación más cercana era la Madre Tierra, mantuvieron las formas sagradas de la Diosa, a quien consideraban la fuente de toda vida, siendo por extensión todas las mujeres, unas continuadoras de esa misma capacidad para dar vida aquí, en el plano material y terrestre. El común de las gentes creía que sólo las sacerdotisas, que para serlo tenían que pasar por diferentes pruebas y ritos de iniciación antes de ser consideradas como tales, podían desprenderse de los velos de la etérea niebla mágica que rodeaba Avalon y que se elevó por encima de las aguas que existieron una vez allí... para encontrar y andar su camino hacia las costas de esa isla sagrada, mágica y poderosa.

La Isla de Avalon permanece a la espera de un tiempo propicio para que la Diosa y sus sacerdotisas vuelvan a separar sus velos...

Cuenta la leyenda que el Rey Arturo, esposo de la Reina Ginebra y amigo íntimo del último caballero: Lanzarote del Lago, reposaría en la Isla de Avalon, la Isla de las Manzanas, cuidado por su hermana Morgana y ocho sacerdotisas más, hasta que su presencia fuera requerida de nuevo en la Tierra y regresara para instaurar, en todos los rincones de este maravilloso y azul planeta, su reino, el Reino de Camelot, un reino de amor, belleza, prosperidad, sabiduría, armonía, paz, felicidad y abundancia material para todas/os y cada una/o de sus habitantes.

El lugar de la Tierra donde un día estuvo la Isla de Avalon, que empezó hace tiempo a manifestarse de nuevo, es Glastonbury, en el Condado de Somerset, en la zona suroeste de Inglaterra. Muchas/os creen que el punto exacto de su ubicación es el Tor, en una alta colina desde la que se divisa una amplísima zona de Somerset y que hace muchos siglos estuvo rodeada por lagos y pantanos, como si de una isla se tratara.

Adelante pues y sed bienvenidos a este mundo donde el tiempo se pierde en el infinito...

La capacidad de cambiar la realidad reside en vuestro interior. Poneos la capa y tomad la barca hacia Avalon, la isla mágica en la cual podréis curar vuestras heridas y volver al mundo, renovados.

Esta iniciación te conecta con la energía de la Isla de Ávalon. Te puede hacer recordar, transportarte, canalizar, visualizar... Y la forma de iniciación es a través del Yo Superior. Se transmite de maestros a alumnos. Técnica canalizada.

Esta técnica de estas maravillosas tierras, te conecta con la Época Merliniana, de Merlín, para que en meditaciones y en canalizaciones también tengas una mejor conexión con el Maestro Merlín, su discípula Morgana y a TODO el Reino Elemental. Si deseas algún producto alquímico, consagrado desde una escuela Merliniana, pregunta a Eva, de Energía Violeta, para que te pueda crear ella un producto que se ajuste a cualquier problema personal que te pueda surgir en tu camino y te esté bloqueando en estos momentos. Todo forma parte de la misma magia al más alto nivel.