FEMENINO Y MASCULINO II
Y si Solo trabajo con mi energía Femenina ¿QUE PASA?
* Tengo un YO débil y vacilante.
* Las cosas son demasiado para mí y siento que no merezco tanto.
* Se reacciona de forma altamente sensible.
* Difícil decir NO y establecer limites claros.
* Me preocupo mas por los demás que por mi mismo
* Fácilmente arrastrado por los estados de animo de los demás
* Puedo PROFUNDIZAR MUY BIEN EN LAS EMOCIONES PROPIAS Y DE LOS DEMAS pero me pierdo en ellas y tiendo a la confusión.
* Por no haber un trabajo con la energía masculina en equilibrio no hay una expresión del alma adecuada lo que resulta en tristeza, melancolía y depresión, baja autoestima
Y si Solo trabajo con mi energía Masculina ¿QUE PASA?
* Hay demasiado enfoque en el mundo externo.
* Demasiada necesidad de ser reconocido y valorado por los demás.
* Se esta separado de la energía del alma que es la que nos dice que es lo que realmente necesitamos y de donde venimos.
* Se es conducido por la inseguridad y se busca manejar todo a la fuerza.
* Se busca una sensación externa de seguridad volviéndonos competitivos y controladores.
* Alta dependencia de cómo actúan los demás y lo que opinan de mi.
* Ego tenso, ansioso, impaciente.
* Miedo a rendirse a lo desestructurado, miedo a soltar el control.
* Neuróticamente ocupados todo el tiempo, necesitan órden y planeación.
* Piensan mucho y se preocupan mucho.
* Ejemplo: Si estoy ante un problema
* y trabajo solo con mi energía Masculina: “es que no se puede confiar en nadie, Yo tengo que hacer todo.”
* Si trabajo solo con mi energía Femenina: ” Yo solo no puedo, ¿si soy capaz?”
* Si trabajo con mi energía Masculina y Femenino de forma armónica: ” ¿Que debo aprender de esta situación?” “ahora si puedo a seguir hacia adelante””Escucho, opino y avanzo”
Piensa que tanto tienes de cada uno de los aspectos expuestos y fíjate si hay alguno de los dos que esté en desventaja del otro. Te invito a agregar un poco de lo que falta y soltar un poco de lo que sobra
EJERCICIO PARA BALANCEAR LAS ENERGÍAS :
En tu baño diario, deja que el agua recorra tu cuerpo y bendícelo. Luego centra la caída del agua en tu coronilla , deja que caiga allí directamente mientras recorre tu cuerpo, siente como esa agua purifica y llena cada lado de tu cuerpo, siente primero el lado derecho, lo femenino y honra tu nacimiento. Luego siente tu lado izquierdo y honra la fuerza de tu ser.
Puedes también hacer este decreto.
Decreto para Armonizar las Energías Masculinas y Femeninas en ti:
Yo Soy Acción e Inspiración
Yo Soy Fuerza y Amor
Yo Soy Ternura y Protección
Yo Soy la Unidad y la Individualidad
Yo Soy Dios en Acción
Yo Soy Equilibrio
Durante cientos de años la energía femenina ha quedado rezagada a un plano casi invisible. De esta forma, el ser humano ha tenido que “ganar el pan con el sudor de su frente”, pues tenía toda su atención puesta en el lado masculino de su ser. Sin embargo, esta percepción deja a la totalidad del ser “coja”, sin una de sus patas fundamentales, que es la recepción. Si no sabemos recibir, simplemente tendremos que buscarnos la vida de forma dura y sufrida para poder alcanzar lo que queremos tener. Activar la energía femenina comienza cuando empezamos a abrirnos a la recepción. Por ejemplo, empezar a abrirnos cuando alguien nos ofrece su ayuda, y dejar a un lado el pensamiento de: “no te quiero molestar, no hace falta que te molestes por mí”, pues al igual que uno puede sentirse enormemente satisfecho dando, debemos comenzar a permitir que los demás también sientan esa satisfacción a través de nosotros.
Así, cuando uno no tiene activada la energía femenina en sí mismo, se puede encontrar con muchos conflictos de pareja entre hombre y mujer. “Yo le doy todo y él o ella a mí no me da en la misma forma”, “Yo le di todo mi amor, pero él o ella no me dio lo mismo”… etc. De igual forma, hay personas que están “programadas mentalmente” para pedir, y no saben dar. Digo pedir, y no recibir, pues el recibir natural no pide, al igual que la Tierra no le pide al Sol que lo alumbre, sino que simplemente está abierta a recibirlo. Éste sería el tipo de persona que siempre está reclamando atenciones, pidiendo favores… etc. En estos casos tampoco está fluyendo la energía femenina correctamente, pues la recepción está siendo constantemente solicitada.
Cuando la energía femenina está fluyendo en su forma “natural”, no existe el reclamo, sino que lo que existe es “atracción”. La energía femenina atrae, no a través del esfuerzo artificial, sino de forma completamente natural. La energía femenina debe activarse con la fluidez, dejar que la vida transcurra de manera natural sin caer en sufrimientos ni caprichos.
La pura y simple observación en uno mismo de que se trata de comportamientos aprendidos y antinaturales, hace que dejemos de actuar de esta forma y comenzar a sacar lo que verdaderamente habita en nosotros de forma pura, equilibrada y esencial.
Bendiciones...